viernes, 9 de octubre de 2009


Harvey Bernard Milk nació el 22 de Mayo de 1930 en Woodmere, Nueva York. Después de graduarse en la Universidad de Albany en 1951 y de servir en la Marina norteamericana, siendo licenciado con honores, Milk se fue a vivir a Dallas, Texas (Ciudad y Estado de larga tradición ultraconservadora) donde su condición de judío no le ayudó precisamente a encontrar empleo. Durante un tiempo regresó a Nueva York, donde colaboró en tareas de producción en obras teatrales como Lenny o Jesucristo Superstar, trasladándose finalmente a San Francisco con su pareja en 1972, donde abrieron un negocio fotográfico en el 575 de la Calle Castro.
A partir de entonces, Milk comenzó a destacar como líder comunitario, fundando la Asociación de Comerciantes Locales de Castro Valley, y representando los intereses comerciales del vecindario frente al Gobierno de la Ciudad de San Francisco.
Harvey Milk intenta entonces presentarse al Concejo de Supervisores de San Francisco en dos ocasiones sin conseguir ser elegido. Pero mientras que los electores no acaban de depositar en él su confianza, sin embargo en poco tiempo su nombre comenzó a ser enormemente popular, convirtiéndose en mascarón de proa de la Comunidad Gay de la Ciudad, ganándose el cariñoso apodo de El Alcalde de la Calle Castro. Finalmente, en 1975, y gracias al apoyo público y de otras voces políticas más veteranas, Milk entró a formar parte del Concejo de Supervisores, por decisión personal del entonces alcalde George Moscone.
En 1977, después de que las normas electorales cambiasen en la ciudad y se empezasen a votar a los Supervisores por Distrito y no globalmente, Harvey Milk fue elegido Supervisor en las urnas por el distrito 5, pasando a ser el primer político abiertamente gay de los Estados Unidos, tercero de la comunidad GLBT, tras Kathy Kozachenco y Elaine Noble.
En sus 11 meses en el cargo, Milk patrocinó proyectos de ley para la comunidad GLBT y contribuyó decisivamente a derrotar una Proposición apoyada por un Senador del Estado, según la cual, profesores gays y lesbianas podían ser despedidos bajo el sólo argumento de su sexualidad. Así mismo, fue enormemente exitosa su labor en la defensa de las alianzas de las diferentes etnias de la ciudad y de líderes sindicales.
A finales de 1978, el Supervisor Dan White, un áspero opositor a las maneras y la política del Alcalde George Moscone, y por supuesto a las de Harvey Milk, renunció a su cargo. Poco después, y tras reconsiderar su decisión, solicitó a Moscone ser reincorporado a su puesto. En principio Moscone se mostró predispuesto, pero diversos líderes liberales de la ciudad, incluyendo Milk, se opusieron al regreso de White, con lo que finalmente este tuvo una respuesta negativa por parte del Alcalde.
El 27 de Noviembre de 1978, White, portando una pistola cargada, eludió los controles de entrada, colándose en el edificio del ayuntamiento por una ventana lateral. Tras esperar que el alcalde Moscone acabase una reunión y tras una discusión, Moscone invitó a White a su despacho, donde tras declinar el alcalde la petición de White, este le disparó dos tiros en el abdomen y luego otros dos en la cabeza.
Luego, se dirigió a la parte opuesta del ayuntamiento, bajando un pasillo hasta el despacho de Harvey Milk. Tras otra breve discusión, White comenzó a gritarle a Milk, disparándole varias veces: tres tiros en el pecho, uno en la espalda y dos en la cabeza.
En medio del caos, White huyó. Dianne Feinstein, entonces Supervisora, posteriormente Alcaldesa (sustituyendo al asesinado Moscone) y en la actualidad Senadora por California, fue quien primero descubrió el cuerpo muerto de Milk.
El cuerpo de Harvey Milk fue incinerado y sus cenizas esparcidas en el Pacífico.
En el juicio a Dan White, su abogado argumentó que actuó bajo los efectos de una fuerte de depresión. Y esto no sólo lo salvó de la pena de muerte sino que fue condenado a sólo siete años de cárcel.
La ciudad, y especialmente la comunidad gay reaccionó negativamente ante un veredicto que interpretaron injusto y homófobo, produciéndose la llamada White Night Riots, en que una multitud frustrada y furiosa, portando velas encendidas, emprendió una marcha desde la Calle Castro hasta el Ayuntamiento, donde fueron calmados por la entonces nueva Alcaldesa Dianne Feinstein. La mayoría de los manifestantes actuaron entonces pacíficamente, depositando sus velas junto a la estatua de Abraham Lincoln situada en la delantera del edificio, pero otra parte de furiosos manifestantes causaron serios daños en el edificio, con rotura de ventanas y puertas. Un coche de la policía ardió durante los incidentes en los que sin embargo, no se registraron víctimas ni heridos.
Al poco de salir de la cárcel y tras reinstalarse en San Francisco, Dan White, el asesino, se quitó la vida inhalando el humo del motor de su propio vehículo.
Quizás Harvey Milk no fue un político excepcional, por otro lado no tuvo tiempo físico para dejar un hondo legado. Pero el tiempo en que fue Alcalde de la Calle Castro y las circunstancias de su asesinato inevitablemente han hecho de él, y ya para siempre, un icono incontestable en la historia de nuestros derechos civiles.

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