martes, 23 de febrero de 2010

En 1918, según escribió a Crotti, a Duchamp Buenos Aires le pareció muy machista, pues la sociedad bonaerense no aceptaba a las mujeres solas. Además, escribió a Ettie Stettheimer «Buenos Aires no existe. No es más que una gran población provinciana con gente muy rica sin pizca de gusto que todo lo compra en Europa».

viernes, 19 de febrero de 2010

La publicidad y el marketing son productores de carencias y deseos: llaman la atención y estimulan el interés, provocan el deseo y casi nos conducen a la compra del producto. Se compra siguiendo unos modelos estándar: persona que vive confortablemente; señor de éxito, triunfador; persona de prestigio social, etc.

...“El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Ésta civilización , que confunde la cantidad, con la calidad”...Galeano explica en dicha frase que a las personas ya no les interesa comprar un objeto por necesidad o calidad sino por cantidad, ya no importa si un objeto será duradero pero con tal de insertarse en la sociedad capitalista, las personas no miden, y consumen por un deseo que le imponen.

En Vida de Consumo Bauman afirma:...”para promocionar un producto deseable y atractivo, hacen todo lo que pueden, empleando las armas que encuentran a su alcance, para acrecentar el valor de mercado de lo que tienen para vender”...

El producto que están dispuestos a promocionar y poner en venta en el mercado, no es otra cosa que los mismos consumidores. Ellos son, simultáneamente, los promotores del producto y el producto que promueven.

Bauman aclara:...“las características mas prominentes de la sociedad de consumidores es su capacidad de transformar a los consumidores en productos consumibles”...

Si comprás este auto “te vas a sentir diferente” aclara la publicidad del nuevo Fiat, dicha frase tan explicita lo dice todo: las publicidades tratan de hacerle creer a la gente que por tener dicho auto van a ser únicos, irrepetibles y la gente acude a él, con el solo hecho de diferenciarse del Otro y demostrar su status económico. La tarea en este caso de la publicidad es rastrear la génesis de ese deseo de ser diferente, para que los individuos acudan al producto.

En dicho análisis la originalidad y la libertad individual queda cada vez mas reducido.

También en The Corporation la empresaria explica que: En 1998,realizaron un estudio sobre el fastidio.

“...Les pedimos a los padres que llevaran un diario y que asentaran cada vez que su hijo los fastidiara para comprar un producto. Debían informar cuándo, dónde y por qué. Este estudio no se hizo para aliviar a los padres del fastidio. Fue para ayudara las corporaciones a animar a los niños a fastidiar por sus productos”...

...”Son los consumidores adultos de mañana, y si se establece una relación desde temprano, los tendremos cuando sean adultos”...

El resultado de dichos estudios sobre el consumismo han demostrado que los niños son los mejores consumidores. Los niños son las víctimas principales de la publicidad desenfrenada.
Pero en los últimos años como consecuencia de la publicidad en los medios masivos, sobre todo la TV, a los niños se les han impuesto por medio de la publicidad, los juegos y los juguetes.
Podremos ver que esos juegos y jug
uetes no se lanzan al mercado apoyados únicamente por una fuerte campaña, sin importarles a las grandes multinacionales lo que piensen los niños de ese producto o si será resistente y divertido.
Las consecuencias que tienen los niños ante esto son:
· Como el juego y los juguetes no fueron seleccionados por ellos, son abandonados.
· El poco o mucho uso de ese tipo de juguetes, llega a causarles un daño en cuanto que representan acciones violentas, agresivas y destructivas.
· Tomando en cuenta el tipo de juguetes que se producen, resultan inhibidos de la fantasía, iniciativa e inventiva de los niños.
Hemos visto cómo un pequeño que apenas puede caminar, juega a matar a todo aquel que se le pone enfrente.

Dicho análisis la empresaria de The Corporation lo resume en:“...En Estados Unidos se invierten $12 mil millones de dólares en medios. Lo ponemos en televisión, en prensa, al aire libre, compramos tiempo en la radio. Somos los que más compramos espacio para publicidad en Estados Unidos y en el mundo”...

El marketing es mucho más sofisticado y mucho más difundido. La cuestión no es si los productos son buenos o no, es cómo manipulan a los niños para que compren el producto.

Las formas de hablar, los gustos y modas, sacadas de la TV, igualan los gustos de los jóvenes, intentando que imiten los cánones impuestos por la publicidad, igual pasa con las películas, los videos, la comida rápida.

El consumidor puede manipularse para que quiera y compre los productos.

Los niños no son adultos pequeños. Sus mentes no están desarrolladas y las corporaciones juegan con las debilidades de su desarrollo. El marketing al cual los niños están expuestos hoy en día ha sido estudiado por psicólogos y realzado por una tecnología de medios que nadie imaginó posible.

Por ejemplo: en la publicidad de “Como quieres que te quiera” muestran unas jovencitas muy lindas que visten una ropa de “alta calidad”, contribuyendo así a que las adolescentes quieran sentirse identificadas a ellas consumiendo dicha ropa, estas publicidades son totalmente elitistas, marcan una diferencia entre clases sociales.

Los niños no son adultos pequeños. Sus mentes aún no están desarrolladas y la gente de mercadeo juega con las vulnerabilidades de su desarrollo. El marketing al cual los niños están expuestos hoy en día ha sido estudiado por psicólogos y realzado por una tecnología de medios que nadie imaginó posible.

Cuanto más sepan del consumidor, más creativos serán en la comunicación.

Por otro lado Bauman afirma que si:... “si antes fue el fetichismo de la mercancía el encargado de ocultar la esencia tan humana de la sociedad de productores, es ahora el turno del fetichismo de la subjetividad , que se ocupa de ocultar esta realidad transformada en mercancía tan característica de la sociedad de consumidores”...

Es decir: los que deben desaparecer de la imagen final del producto son los rastros de la compra y la venta de las armas utilizadas en la construcción de la identidad, la subjetividad de los consumidores está hecha de consumo. Esto se pude ver muy bien en las publicidades vistas en clase de Cofler donde caracterizaban a los adolescentes por tener tal o cual objeto en su persona.

Conclusión: La identidad individual tiene que ver más con lo que se tiene que con lo que se es. El consumismo se ha convertido en una forma de pensar la cual el sentido de la vida se fundamenta en comprar objetos o servicios transitorios.

Ya no basta con cubrir nuestras necesidades básicas para estar bien con uno mismo. Siempre hay que tener más, consumir lo último, lo mejor, lo que está de moda.

Los avances tecnológicos consiguieron que el precio de las necesidades básicas bajaran. Las naciones ricas se enriquecieron aún más. Y nació una nueva necesidad de los mercados. Esta ideología se caracteriza debido a que se crean necesidades, para poder satisfacerlas. Las consecuencias del consumismo son varias:

- Acentuación de las diferencias de clases sociales

- Debido a la misma naturaleza consumista se tiende a la sobreexplotación de los recursos naturales y al mínimo aprovechamiento de los bienes de consumo: se ha de tirar lo viejo y consumir continuamente nuevos productos .

- Se produce un tipo de individuo no solidario y egoísta, preocupado exclusivamente por tener, que tiende a confundir lo que es con lo que tiene y los bienes que posee con la felicidad. Este tipo de vida lo deshumaniza porque le propone una forma de vida insatisfactoria que no conduce al bienestar. Por ejemplo en la publicidad de Coca Cola el título afirma : “necesitamos disfrutar mas”, como si las personas sólo fueran felices por consumir Coca Cola.

Lo peor del caso es que ha quedado demostrado que la felicidad no se puede comprar.

La relación entre consumismo y publicidad es clara: la producción masiva de bienes exige una venta intensiva, y ésta sólo puede realizarse a través de la publicidad. Se trata de aumentar o crear la demanda de los bienes, que las corporaciones lanzan al mercado.

Hay que saber diferenciar cuando unos consume por necesidad básica, como alimentos, elementos de higiene, y cuando está consumiendo por un deseo impuesto.

Hay que saber diferenciar entre consumir y ser consumista.

Pero últimamente las personas han dejado de ser sujetos para pasar a ser objetos con una mentalidad de “compro, luego existo”, sin importar los sacrificios que tienen que hacer para llegar a la meta alcanzada. Sin embargo es un circulo vicioso, porque luego de llegar a esa meta no les alcanza, y se proponen otra que los llevará a olvidar la anterior.

Ya lo dicen en la película El Club de la Pelea: "La publicidad nos tiene persiguiendo autos y ropas, trabajando en trabajos que odiamos para comprar cosas que no necesitamos".

En la película muestra que el personaje principal tiene baja autoestima. Se compra el último y más caro objeto del mercado, y se siente bien consigo mismo. Pero, pronto descubre (al menos inconscientemente), que mide su valor en relación a las cosas que tiene, y no por lo que es. Eso le genera más baja autoestima y compra otra cosa. Y allí es donde se encuentra el círculo vicioso.

Entonces creo que para cambiar la sociedad debería ser al revés: a medida que la autoestima se incrementa (por la realización personal, y no por consumir), el materialismo (y, por lo tanto, el consumismo) decrece.

Seguir como una oveja las modas no te hace mejor individuo. Y, aquellos que se crean ser mejor por tener lo último en tecnología, tienen la autoestima baja.

Siempre hay que tener en cuenta que "el consumo en la vida en su adecuada y saludable conexión con lo que somos o con lo que aspiramos a ser en un futuro razonablemente cercano. El consumismo, en cambio, es una fantasía que altera o distorsiona nuestra propia realidad o nuestra propia imagen, convirtiéndonos en esclavos, en una imitación de lo que somos o en la imagen de lo que nunca seremos.